HUB Ambiental capacita a establecimientos educacionales para monitoreo atmosférico en Quintero y Puchuncaví
Iniciando la marcha blanca del proyecto que, mediante sensores de última generación, permitirá evaluar la calidad del aire en ambas comunas, los 18 colegios, escuelas y jardines infantiles que participarán en la iniciativa marcaron presencia en una charla dictada por el centro de investigación.
Tras la instalación del equipamiento de última generación que permitirá monitorear, en red y tiempo real, la calidad del aire en las comunas de Quintero y Puchuncaví, el HUB Ambiental de la Universidad de Playa Ancha realizó una capacitación destinada a los establecimientos educacionales que participarán en la iniciativa impulsada por el centro de investigación y financiada vía Circular N°33 del Gobierno Regional de Valparaíso.
Se trata de las 18 escuelas, colegios y jardines infantiles que, en el marco de un proyecto que también contempla a la Seremi de Medio Ambiente de la región de Valparaíso, ya cuentan con uno de estos equipos de alto rendimiento y rápida respuesta instalados en sus dependencias, a fin de medir constantemente la presencia de compuestos químicos atmosféricos e identificar incrementos que puedan ser peligrosos para la ciudadanía.
La actividad se enmarca en la marcha blanca de la iniciativa, que contempla, además de la instalación y habilitación eléctrica del equipamiento, su automatización, conexión a internet e implementación de la plataforma destinada a la visualización de los datos, obtenidos a través de la medición de los sensores electroquímicos.
“El objetivo final es que los equipos que estén instalados en los 18 establecimientos sean completamente automáticos en su envío de datos hacia la plataforma que la población va a poder visualizar”, explica la Dra. María José Díaz, investigadora del HUB Ambiental y una de las responsables de la implementación de esta red. “Previamente a esto, es necesario que, por cualquier eventualidad, las contrapartes (docentes y directores de los establecimientos) tengan un conocimiento básico del funcionamiento del equipo. Por eso realizamos la capacitación, la cual también está enmarcada en la etapa inicial, que tiene relación con la necesidad de realizar cualquier tipo de modificación, reparar cualquier tipo de error o eventualidad que podamos resolver en esta etapa”.
Valiosa contraparte
La capacitación efectuada tuvo como eje central el mantenimiento y funcionamiento de los equipos. “Es importante señalar que todos los datos obtenidos en las mediciones van a ser automatizados mediante una aplicación que viene asociada al equipamiento y quedarán disponibles en la nube, por lo que la información podrá ser consultada en tiempo real, desde cualquier ubicación, por el equipo de investigadores de nuestro HUB”, indica.
“En ese marco, no obstante, mientras finalizamos esta automatización, necesitamos el apoyo de estas contrapartes en el caso que ocurra cualquier imprevisto, por ejemplo, un corte de energía eléctrica que implique reiniciar el equipo, o bien, cuando se desencadene cualquier episodio de contaminación. En ese contexto, pueden enviarnos rápidamente los datos de los compuestos monitoreados para ver las fluctuaciones que se estaban observando y estos puedan ser remitidos a la Seremi de Medio Ambiente”.
La investigadora consigna que la ubicación de los equipos fue definida teniendo en vista cuáles habían sido los establecimientos más afectados por los episodios de contaminación previos. “Sin embargo, cualquiera de ellos puede ser reubicado, dependiendo de las necesidades y requerimientos que vayamos identificando en el proceso”, clarifica.
La marcha blanca se llevará a cabo durante el primer semestre de este año. “Es un plazo idóneo para poder calibrar adecuadamente la visualización de los datos”, destaca la Dra. Díaz, “lo cual contempla la participación de instituciones públicas como el Ministerio de Salud y de expertos que contribuyan a evaluar y determinar los umbrales máximos de cada compuesto que los sensores están midiendo, varios de los cuales no están normados por nuestra legislación, por lo cual tenemos que recurrir a normativas internacionales para esta definición”.
Un proceso en el cual, desde un principio, se ha observado una favorable respuesta por parte de las instituciones educativas involucradas. “Todos los establecimientos han mostrado una gran disponibilidad para realizar las visitas asociadas a la ubicación e instalación de los equipos, su habilitación eléctrica, y también la capacitación asociada a su uso y mantenimiento”, evalúa la Dra. María José Díaz, acotando que, posterior a la actividad, se les envió tutoriales e información relevante que pueda servirles de apoyo. “Asimismo, estamos constantemente en comunicación con ellos para resolver sus dudas e inquietudes”, puntualiza